sábado, 3 de julio de 2010

I think we hit a wall

El otro día estaba en la facultad con una amiga. Mientras hablábamos ella recibió un mensaje del chico con el que esta saliendo. Me mostró lo que recibió con una gran sonrisa en su cara. Decía algo así, “blah blah, blah blah, mi payasita, blah, algo te quiero”. Me sentí completamente empalago, asqueado. Tanto que mi amiga deseo no habérmelo mostrado para no tener que soportar mis caras de asco.
No funciono para esas cosas. Fallas en el sistema. Si hubiera tenido que responder eso (por favor, no) mi respuesta hubiese sido, “ja, vos también me caes bien”. Un desastre.
No es que mi reacción me sorprenda. Nunca fui la persona más afilada en cuanto a sentimientos o a expresarlos. Cuando me siento triste, enojado o alegre o cualquier otro tipo de sensación interior, no lo comento con nadie y me lo guardo para mí. Estoy jodido, pero ya aprendí a vivir a si, no es bueno, pero por ahora es lo que hay.
En palabras de mi vieja, “sos muy arisco”.

Se podría hacer una película Indie súper chicheada:
X, frío y de emociones reprimidas, conoce a Y, el polo opuesto. Después de muchas idas y venidas y momentos con canciones cool, por influencia de Y, X logra expresar todos sus sentimientos. Al hacer eso todos sus problemas desaparecen y XY viven felices por siempre.
Puaj.

1 comentario:

  1. Y conoce a Z y deja a X despues de haber vivido y enseñado a X a expresar sus sentimientos reprimidos...ahora si...esta es taquillera y da menos asco.

    ResponderEliminar