martes, 9 de febrero de 2010

A veces mis pensamientos e imaginación exceden mi mente. Cuando esto sucede mis ideas empiezan a escapar por mi boca. Hablo y/o represento situaciones imaginarias mientras camino por la calle. A esto se le agrega mi gran cantidad de gesticulación manual (ejemplo visual: un poco como Woody Allen). Se lo conoce como hablar solo, pero prefiero no llamarlo así por que me suena a persona loca y no creo que ser uno de ellos.
El problema ocurre cuando voy caminando y me doy cuenta que estoy captando la atención de los otros caminantes. Ahí la cosa se pone fea para mi. En ese momento me gustaría ser un ñandú (¿o era un avestruz?) para poder enterrar mi cabeza dentro de la tierra y así evitar la vergüenza.
Pero ya encontré mi solución. Ahora cuando sucede esto, simplemente empiezo a cantar una situación, para intentar maniobrar la situación. Funciona. Ayuda a borrar las miradas negativas de los rostros de las personas. Es mas “normal” que alguien vaya cantando una canción por la calle.
Igualmente sigo sin poder vencer a mi naturaleza y a veces tengo unos excesos. Mientras canto comienzo a tocar a tocar mi guitarra de aire, como si fuera algún dios del rock. Pero en realidad parezco un mimo haciendo un puto concierto de rock.

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