lunes, 20 de septiembre de 2010

Labyrinth

Domingo a las 2 de la mañana, me había juntando con un par de amigos a comer y habíamos dicho de ver una peli. Estábamos cansados pero decidimos ver algo igualmente.

Yo - ¿Que vemos?
Nico - No se, proba con la que trajiste, esa las de los hombres que no le gustan las mujeres.
Chechu - No, tu dvd no la lee.
N - Bueno, ¿Que otra cosa hay?
Juli (revisando cds) - Bastardos sin gloria, ¿Que paso ayer?, una de Star Wars, Laberinto...
N - Uh! pone Laberinto
Todo el resto - ¿si?
N - Si, dale ¿No se acuerdan que la profe de plástica nos la paso en 7mo?
Y - Si, pero también me acuerdo que a muy pocos no había gustado.
J - Ya fue, ponela, de ultima la cambiamos.

Vimos Laberinto. Mejor dicho: vimos partes de Laberinto. Todos cabezeabamos y cada uno se perdió varias partes. Por lo que vi, todavía me pareció bastante entretenida.
Pero mas allá de todo esto, lo que quiero destacar son los efectos visuales que logra la película. Son buenisimos (siguen siendo). Quede muy sorprendido por lo bien que se mantienen aun 24 años después.
Un par de ejemplos:

La cara de David Bowie en lo que parece ser una única roca




Jennifer Connelly encontrando un camino escondido al minuto del vídeo (que zarpado efecto de perspectiva):


3 comentarios:

  1. Otros comentarios que se hicieron durante la pelicula:

    - "Jennifer Connelly esta IGUAL"

    - "Para la proxima fiesta de disfrazes me visto de David Bowie"

    - "El bebe ese quedo re traumado despues de pasar tanto tiempo rodeado de esos titeres feos"

    - "Yo si veia esto de chico me cagaba todo"

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  2. Labyrinth es una de mis películas preferidas. La vi de muy pequeña, y cuando la volví a ver (un par de años atrás) no pestañeé ni un segundo. La historia me pareció original y bien interpretada/contada. Y sobre todo, lo que más me maravilló es que, a pesar de ser del '86, la calidad de los efectos especiales es impecable incluso hoy en día. Es como si no notaras los hilos de las marionetas... y hasta me atrevo a decir que le da un toque de mayor elegancia que la torpeza de un muñeco que se mueve a control remoto.
    (claro que lo digital hoy en día ya aplasta todo, pero bueh, la idea está)

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  3. También una de mis favoritas. Yo quería un reloj de 13 horas, recuerdo.

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